jueves, 24 de noviembre de 2016

Ellas Ganan Siempre

 Un día cansado de ser un esclavo de este nuevo orden, decidí escapar, decidí revelarme y liberarme de las cadenas que me habían impuesto y los trabajos forzados a los que me habían condenado, no tuve formación militar, eso me salvo de los terribles juicios que acabaron con la elite militar y dejaron a todos los antiguos ciudadanos masculinos sumidos en la esclavitud... así que decidí escapar y quizás armar una rebelión.

Ellas confiadas en su sistema (y con razón) mantienen a los esclavos sometidos pero sin esforzarse mucho en impedir escapes... ya hora se por qué... pensé que los grilletes que me pusieron en muñecas y a la altura de mis rodillas eran únicamente para reducir mis movimientos y marcarme como un esclavo, pero una vez intente el escape pude descubrir el propósito de estos terribles artefactos que nos colocan en esos puntos del cuerpo como esclavos...

Una tarde mientras limpiaba el jardín de la dueña de la mansión, una hermosísima pero igualmente cruel mujer que disfruta de ver sus dominios impecables y a quien solamente había visto muy de lejos en su balcón, pero solo de reojo porque si una de las guardias de la mansión llegara a darse cuenta, haría cuenta de su látigo sin titubeo alguno.

Todas las mañanas ella sale a ese balcón después de desayunar allí al aire libre, mientras nosotros somos alimentados una vez al día, sin decir que es lo que usan para alimentarnos...  a través de las columnas de la terraza puedo ver como ella se sienta cómodamente y cruzada de piernas, unas piernas increíblemente bien torneadas, que nuevamente solo había podido observar con mucha cautela esa escena, podía ver como rodeada de sirvientes... y en parte sentía cierta envidia de ellos pues podían estar cerca de ella, sin embargo la idea de liberación me tentaba aún más, y es que como podría optar a estar más cerca de ella, imposible pues nunca durante sus visitas al balcón he podido detectar siquiera una mirada hacia mí, es más cuando sale al balcón el tronido de un látigo nos recuerda que debemos arrodillarnos ante su presencia, poniendo cabeza en tierra inmediatamente, mientras alguna guardia a caballo se traslada entre nosotros buscando a algún atrevido a no hacer ese acto de reverencia.

Cansado de la rutina comencé a planear mi escape, las guardias supervisan nuestro trabajo, su mirada fría y severa pasa por mi sin inmutarse ni detenerse siquiera, como si ya fuéramos parte del paisaje... esto alimenta mis ideas, "que pasa si de repente no me ve, quizás ni siquiera noten mi ausencia..." la sed de libertad me impulsa y aunque a veces recibo latigazos me he dado cuenta que muchos de ellos son sin razón aparente, las guardias simplemente disfrutan usar sus largos látigos de vez en cuando sin importarles si el esclavo de su objetivo lo merece o no.

Después de pensarlo en las mazmorras donde nos "almacenan" por las noches luego de que nos alimentan lo cual no describiré, la jaula donde me encuentro es como todas incomoda, hecha para que nuestro sueño sea más bien una pesadilla, muchos esclavos no duran, y aunque no sabía de su paradero decidí que al día siguiente haría mi escape durante algún cambio de turno de las guardias.

Al día siguiente desperté el tradicional y maloliente lugar me pareció especialmente desagradable, la esperanza de libertad me había ya invadido así que salí con el grupo de esclavos, nos está prohibido hablar abiertamente además que las guardias se encargan de no permitir que fraternicemos mucho y sumado a que los más serviles aprovecharían para tratar de ganar alguna concesión de las guardias si acaso supieran el plan de alguien, así que preferí hacer esto solo, no sé si al final haya sido error o no...

En el cambio de turno me costó tomar valor pero me dirigí a la primera puerta del jardín, y me escondí en una de las nutridas barreras de matorrales, y me tire al suelo, mi corazón latía y me sentí como un terrible miedo a ser atrapado me comenzó a helar la sangre... pero ya estaba hecho si era descubierto nada me salvaría de una cruel muerte... me escondí y vi como llego el otro turno de guardias... mi sorpresa fue mayúscula cuando parecía que no se hubieran dado cuenta.

Allí escondido esperaría la noche para escapar, acaso aquella hazaña sería tan fácil de conseguir?...  debí percatarme de algo, había llegado la hora en que la dueña (mi dueña después de todo) salía a su balcón, por primera vez pude verla a mis anchas, escondido vi cómo se acercó al balcón, hoy vestía de rojo... su hermosa cabellera al viendo siempre altiva, pero esta vez hizo algo distinto, vio hacia donde yo habitualmente hacia mi labor de limpieza de su jardín, mi corazón latió más fuerte cuando pude ver que ella detuvo su mirada en mi puesto vacío pero solamente levanto su mano y en seguida una de sus guardias personales le llevo a la mano un extraño aparato, ella lo tomó y lo observó por unos segundos, me recordó los antiguos aparatos de comunicación que usábamos, vi que apunto con su dedo por un segundo pero luego no hizo nada, solo esbozo una leve sonrisa y siguió viendo sus dominios como siempre...

El breve incidente daba vueltas en mi mente. ¿qué era lo que tenía en sus manos, noto o no mi ausencia? si así fuera mi creencia de que había logrado escapar inadvertido quizás no era el caso, pero igual no vi actividad en las guardias ni alerta ni nada... de todas formas al final del día se darían cuenta de mi escape, de eso no tenía duda.

Me quede dormido, víctima del extenso cansancio y la debilidad propia de la falta de alimentación adecuada... también acuse sed, pero no había donde tomar agua, solo vi cuando las guardias repartían el brebaje diario a los esclavos, es increíble que en su crueldad ellas nos hicieran beber eso, porque no era agua lo que nos daban, no tanto alimento como la bebida con que nos alimentan como esclavos no era más que lo que las mismas guardias, o más bien los cuerpos de las guardias (literalmente) expedían para nosotros, algunas de ellas decidían a que esclavo alimentar todo ello con el fin de hacernos sentir totalmente dependiente de ellas y pendientes de su vida, algo tan ruin como ya se habrá interpretado desagradable.

Sin embargo dado que la misma necesidad hacia que incluso algunos esclavos rogaran a sus alimentadoras por "comida y bebida" factor que ellas usan para incrementar la frustración en los esclavos.  Yo he tratado de mantenerme sereno sé que darles gusto viéndonos derrotados suele ser un camino más fácil, pero mi en aquel entonces pundonor de algún modo me empujaba a no rendirme a sus sádicos deseos, así que nunca rogué por hambre o sed, así que la guardia que me alimentaba me decía... "ERES UN DURO HUESO DE ROER, SERAS PERFECTO..." sus palabras siempre retumbaban en mi mente... "Serás Perfecto". ¿A qué se refería?

Ella mi alimentadora también de una belleza especial a pesar de su común trato de indiferencia en sus sesiones conmigo me dijo varias veces, "ERES DIFERENTE LO PUEDO VER, NO TE RINDES Y ESO TE LLEVARA LEJOS" por supuesto no se me permitía responder a sus comentarios, pero creo que de algún modo fomentaron mi idea de escapar, como caí en su juego, porque luego descubriría que ese era su objetivo, que escapara...

Cuando cayó la noche creyendo que la obscuridad me cobijaría comencé a arrastrarme entre las malezas, buscando acercarme lo más a la siguiente barrera... la sed del día hacia mella, pero no tenia de donde tomar agua, increíblemente comencé a extrañar el amargo sabor a urea con lo que las guardias apagaban mi sed, como podía acaso extrañar eso... bueno la sed y el hambre hacen estragos eso está claro...

Llegué al límite de la maleza y división, ya solo había campo abierto, voltee hacia la mansión, imponente de noche se veía regia, mi sorpresa fue multiplicada al ver a la Dueña nuevamente en el balcón, ahora ya no le distinguía tan fácilmente pero tenía que ser ella no había duda, y mi sexto sentido me hacía percibir que miraba hacia donde yo estaba una sensación extraña. Pero no podía ser que ella supiera de mi escape y no hiciera nada... bueno eso creía hasta ese momento.

Bueno comencé entonces mi huida, corrí como nunca, corrí y corrí, las murallas eran infranqueables conforme me acercaba a campo traviesa comencé a sentirme perdido pues no había forma de escalar aquellas murallas... así que pensé en regresar, pero vinieron a mi mente varias posibles situaciones... regresar a estas alturas sería una locura, casi un suicidio, la puerta un enrejado gigantesco también se me antojaba infranqueable, pero sorpresa, las gigantescas puertas comenzaron a abrirse... no lo podía creer, pero no estaba para sacar conclusiones, quizás no tendría otra oportunidad así que trate de verificar si había alguna guardia cerca, no vi a ninguna.

Me acerque a la puerta y como un acto reflejo voltee a ver según yo, una última vez aquella mansión, y pude ver una luz fulgurante y roja en aquel balcón, y cuando por fin pude esbozar una sonrisa, la catástrofe... al orientarme nuevamente hacia la puerta, hacia mi anhelada libertad, un terribilísimo y casi inaguantable e indescriptible dolor vino de tajo de mis muñecas y mis rodillas, aquellos extraños grilletes que nos colocaban en los cuatro puntos que mencioné al principio, con un horror indescriptible pude ver como mis dos manos, y mis piernas hasta las rodillas quedaron separadas de mi cuerpo, y mis muñecas y cabos de rodillas sellados por los grilletes que se comenzaron a calentar al extremo de quedar incandescentes como al rojo vivo... caí al suelo de bruces y poco a poco el grandísimo dolor se fue menguando miraba con horror la falta de mis manos, imposible poderme incorporar cuando llegaron dos guardias podría decir que de la nada, una tercera apareció detrás... todo el tiempo estaba siendo vigilado de cerca.

La cuarta guardia era la que me alimentaba, vestida de un azul profundo, se acercó a mí se agacho hasta y acercándoseme me dijo: "VES TE DIJE QUE SERIAS PERFECTO, UN PERFECTO PERRO" y una de las guardias con unas botas armadas con acero me dio un puntapié a la altura de la mandíbula que quedé noqueado y sin sentido por horas...

No sé cuánto tiempo pase inconsciente, pero cuando desperté pensé que todo había sido una pesadilla, me costó un poco enfocar, me encontraba... vivo? pero dónde? en una jaula nuevamente, desorientado, ahora comenzaba a recordar y entre ecos y sombras recupere el conocimiento, y cuando trate de acercar mi mano derecha al rostro todo regreso, no había sido una pesadilla, no tenía ya manos, mis brazos terminaban en mis muñecas y estas en unos cascos metálicos que las sellaban... con horror moví mis piernas y también otro par de cascos metálicos sellaban mis piernas hasta donde llegaban mis rodillas... que me hicieron pensé??? y cuando quise gritar por instinto y horror un terrible shock eléctrico me vino del cuello... y comencé a respirar rápidamente y lleno de miedo... en mi cuello sentí un collar que apretaba y apenas me permitía respirar y encima si cuando trate nuevamente de articular una palabra otro terrible shock eléctrico me tiro al suelo, aquel collar tenía alguna suerte de dispositivo eléctrico, que respondía a la vibración de mi cuello y cuerdas vocales...pero a qué tipo de tormento estaba siendo objeto esta vez?...

Entonces se abrió una puerta y el lugar se ilumino y pude verme más claramente mi cuerpo había sido mutilado en sus cuatro extremidades, y la jaula que me tenían estaba en el suelo... en la puerta estaba ella, mi alimentadora con una sonrisa sádica dijo... "HOLA PERFECTO... ¿LISTO PARA TU NUEVA VIDA?" comencé a temblar de miedo sabía que no podía responder o articular palabra ya había recibido la lección de silencio "¿QUE TE PASA? ¿TE COMIERON LA LENGUA LOS RATONES?" mi silencio otra vez... "ESPERO QUE NO, PUES ESA LENGUA SERA TU HERRAMIENTA PRINCIPAL...".

Se acercó a mi jaula y se agacho... en su mano mostraba una cadena, una de esas de perro con un sencillo cierre, sencillo cierre que yo no podría abrir de ninguna forma... abrió la jaula y acerco su mano con el cierre de la cadena hasta mi cuello y un clic seco, y ella se levantó ahora una cadena estaba atada al collar en mi cuello y el otro extremo en su mano... "BUEN PERRO VAMOS A DAR UN PASEO" y halo de la cadena forzándome a salir de la jaula, pero como iba a movilizarme, estaba sobre mis fémures "sentado" y al halar de la cadena caí sobre mis muñecas, el dolor se hizo sentir pero seguramente usaron algún tipo de analgésico pues no era insoportable tampoco... entonces por la inercia del movimiento quede en cuatro patas, como si estuviera a gatas pero con las consabidas limitaciones... "TE VES LINDO PERRO" me dijo con ironía "AHORA CAMINA SI NO QUIERES QUE TE AGARREA A PATADAS AQUI MISMO"... cambio el tono a uno que llena de horror desde dentro...

Sin opción alguna para mi comenzamos a enfilarnos hacia la puerta, la cadena tensa aumentaba la presión del collar en mi cuello, provocándome inconscientemente arcadas, cuando proferí una el toque eléctrico no se hizo esperar y perdí el equilibrio... cayendo al suelo, con la cabeza pegada al suelo, ella volteó hacia mí y como si fuera mi gran culpa se acercó nuevamente pero esta vez fue su pie el que acerco a mi cuello, está bien animal desactivare el collar pero si dices una palabra lo pondré al doble de potencia... y con la punta de su tacón presiono algún botón del diabólico aparato, con un sonido entendí que se desactivó pero ante semejante amenaza sabía que no debía abrir la boca por nada...

Ahora levántate holgazán, e inmediatamente saco un látigo corto y lo exploto en mi espalda, mi reacción ante el nuevo castigo fue obedecer me incorporé lo más rápido que pude... y volvió a tensar la cadena de mi cuello obligándome a avanzar detrás de ella...

Mi visual y condición en ese momento no podía ser más desoladora... sin manos, sin la mitad de mis piernas, encadenado como un perro, a merced de una despiadada mujer a quien conocía pues que más que depender de su cuerpo para ser alimentado desde cuando era un esclavo más, pero ella a pesar de esa "relación" seguiría tratándome como algo mucho menos que un ser vivo, mi postura a gatas me hacía quedar a la altura de sus rodillas mientras ella de pie caminaba con sus pies calzados en un par de zapatos de tacón yo tendría que moverme sobre los cascos que ya había mencionado antes, ahora sí que me sentía como un perro, es una desconcertante sensación porque no estaba atado, pero en tales condiciones mis extremidades eran nada más que "patas" como las de los perros, y el collar hacia mella en mi cuello por el rose del cuero y metales que lo componían aparte de la total antipatía con que ella tensaba la cadena para mantenerme cerca de ella y al ritmo de sus pasos, sus tacones tronaban en el suelo y su eco resonaba en mis oídos, para mi cada paso era un martirio, ella lo sabía y podía percibir su satisfacción al verme allí, mi intuición me sorprendió al escuchar su comentario... "NO SABES COMO ESPERABA ESTE MOMENTO, AHORA SI QUE ERES UN SER INFERIOR CONSUMADO, BAJO MI TOTAL CONTROL, ME ENCANTA NO TENER QUE USAR ATADURAS PARA TENERTE ALLI BAJO MI PODER..." no sabía hacia donde nos dirigíamos pero ya el cansancio de los días hacia mella en mí, ahora la sensación de hambre me recordaba que hacía tiempo que no percibía alimento pero era obvio que no tenía forma de hacerle ver a aquella cruel mujer mi necesidad, aparte que de hacerlo lo único que conseguiría seria que ella mi alimentadora tuviera la necesidad fisiológica para brindarme de su cuerpo mi alimento... ella parecía leer mi mente o es que simplemente es lo lógico... y llevándose la mano al vientre hizo sonar sus palabras que hicieron correr un escalofrió... "¿TIENES HAMBRE?" y entonces supe que cuando pensé en escapar de acá esta era una de las razones que me movían, pensé que no volvería a pasar por esa humillación y degradación, pero el hambre juega una muy mala pasada, asiento con mi cabeza, ella sonríe y se soba el vientre, "QUE SUERTE QUE TIENES... ESTA BIEN TE DARE DE COMER... PERO DEBES ROGARMELO" se detuvo y se volteó quedando frente a mí, su hermosa figura frente a mí de pie elevada del suelo por sus hermosos zapatos de altísimos tacones, de un color azul, yo en cambio en mi postura de postración no puedo más que verle hacia arriba, entonces extiende su pie derecho al frente, y alzo mi cabeza y veo hacia su rostro, su bello rostro y en seguida su pie derecho levanto una patada hacia mí y su voz... "UN PERRO LE RUEGA A SU AMA LAMIENDOLE LOS ZAPATOS..." cuando me dispongo a cumplirle el capricho aparecía otra mujer, una que jamás había visto, vestida de blanco impecable.

"¿ALLI ESTAN? ¿ESTA LISTO EL PERRO?" pregunto la de blanco, "IBA A ALIMENTARLO..." contesto mi alimentadora en tono de desgano... "MMM SI TIENE HAMBRE O SED HARA UN MEJOR TRABAJO, DEJAMELO, TE PARECE"... "CREO QUE PODEMOS ESPERAR" respondió sonriendo nuevamente, mi alimentadora extendió el cinto de la cadena a la otra lo tomo halando bruscamente de mi cuello "VAMOS BESTIA TE ESTA ESPERANDO TU DUEÑA" ambas comenzaron a caminar y nuevamente hice lo que pude para mantener el paso que me forzaban.  La mujer de blanco lucía una figura de semejante belleza a mi alimentadora su impecable vestido blanco corto dejaba ver sus piernas fortísimas y femeninamente bien torneadas, mi rostro cuya mirada fría y expectante hacía temblar con siquiera enfrentarla medianamente, nunca una sonrisa para mí, solo hacia mi alimentadora cuando conversaba: "¿ASI QUE EL TONTO PENSO QUE SERIA FACIL ESCAPAR?" - "BUENO LE FACILITAMOS MUCHO LAS COSAS..." - "¿A SI? Y ¿POR QUE?" - "FUE EL DESEO DE LA DUEÑA, TU SABES LOS ESCOJE Y LUEGO DEJA QUE NOS DIVIRTAMOS HACIENDO QUE CAIGAN EN SUS TENTACIONES"...

Podía escuchar su conversación mientras avanzábamos y una absoluta sensación de haber sido engañado y traicionado por mí mismo me embargaba, se burlaban de mi estupidez y halaba la cadena con fuerza para forzarme a avanzar a su ritmo, la tercera vez que tuvo que hacerlo se volteó y bruscamente me pateo el brazo izquierdo con su pie derecho, mi brazo ante el despiadado impacto se dobló, "APURA EL PASO ANIMAL INUTIL" me grito mientras intentaba recuperarme, sin soltar la cadena y acercando su mano al látigo que llevaba en su cintura, cuando mi alimentadora sin piedad comenzó a azotarme en la espalda, con tanta saña que hice hasta lo imposible para incorporarme en mi postura de cuatro patas, pero al intentarlo la mujer de blanco cruelmente pateaba nuevamente alguno de mis brazos haciéndolo imposible, y entre gritos y sus risas malévolas lo hicieron hasta cansarse, y no aguantar más su sádico juego, divertido solo para ellas... yo agotado por todo el castigo quede en el suelo y ella puso su pie sobre mi cabeza... "¿BUENO QUE TOME FUERZA LE HARA FALTA PARA LLEGAR CON LA DUEÑA, NO QUEREMOS QUE LA DUEÑA NO OBTENGA LO QUE QUIERE VERDAD?"

Luego del pequeño descanso ella bruscamente corrió su tacón por mi rostro, rasgando piel sin miramientos, y dijo "BUENO YA ESTUVO BIEN DE HOLGAZANEAR, ¡CAMINA!...". Sabiendo que me pasaría si no obedecía con prontitud cerré los ojos y retomando fuerza me incorporé en mi limitación, la ya la piel de mi espalda había cedido ante el castigo y crueles marcas de latigazos se dejaban ver. La imagen de mi derrota no podía ser más patente ante aquellas sádicas mujeres sin ningún vestigio de piedad hacia mí y mi precaria condición, en que me habían vuelto que deseaba con ansias que mi alimentadora sintiera la necesidad fisiología para yo poder alimentarme... patético pero el hambre que sentía era atroz. Nuevamente mi alimentadora parecía saber que sentía porque me volteaba a ver y llevándose la mano al vientre me hacia una mueca de "perdiste..."

Entramos a una habitación increíble para mi vista, acostumbrada a todo tipo de limitaciones, esta habitación rebosaba de lujos, es avasallador tanta opulencia y triste pensar en las condiciones que mantienen a los esclavos allá abajo... pero en fin no estaba seguro para que me traían acá, hasta que la mujer de blanco me guio hacia un gran guarda ropa, y pude ver una pared llena de pares de zapatos de tacón alto perfectamente alineados... mi captora (la mujer de blanco) busco entre los zapatos y entonces tomo unos de color rojo... y los puso en el suelo, los zapatos finísimos se particularizaban porque en la parte trasera tenían una hilera de amenazantes púas, para qué tendría esas púas, y por qué la estricta mujer de blanco los ponía en el suelo, sin soltar la cadena con que me guiaba y apuntando con su pie hacia ellos me ordenó "RECÓGELOS!", en mi estupidez levante levemente mi brazo como queriéndole mostrar que no tenía manos para cumplir su orden... ni bien hice el ademan, recibí un pisotón en una mejía... "¿Y PARA QUE TIENES EL HOCICO? ¡PERRO ESTÚPIDO!"... la caprichosa orden no podía ser más degradante para mí, pero entendiendo ya sus intenciones y en mí ya consabida incomoda postura hice por doblar mis brazos y acercar mi boca a los zapatos, acercando uno al otro para poder hacerme de ellos con los dientes y tomando ambos... tal como lo hacían los perros llevando en su boca las pantuflas de descanso de su amo, pero en este caso yo hacia las de la mascota improvisada y aprovisionada por ellas y su sádico régimen...

Lleno de vergüenza como si algo de dignidad aun existiera en mi ser, levanté con boca ese par de zapatos en tal postura mi nariz queda dentro de uno de ellos, y mi ya precaria respiración debido al collar que estrangulaba de a poco mi cuello ahora se embota, literalmente dentro de ese zapato derecho, a mi cerebro le llega la singular esencia del olor, un particular olor mezcla de cuero y claro el peculiar olor del sudor de los pies que sin duda ha calzado una mujer y así sin otra opción he de respirar, el peso de los zapatos al principio leve comienza a hacer de apoco molestias en mis mandíbulas, hileras de saliva que se genera en mi boca comienzan a inundar los zapatos y a la vez hacerlos resbalosos para mis dientes que no diseñados para sostener algo durante mucho tiempo, me hacen sentir el horror ante el riesgo de dejar caer mi preciada carga, lo que me esperaría si esto sucede..., inútilmente volteo hacia uno y otro lado, no importa hacia donde mueva mi cabeza pues yo mismo sostengo el improvisado bozal sostenido con mis propios dientes, mientras mis dos captoras ni se inmutan y mantienen su rítmico paso, así que el tormento sobre mi crece en múltiples direcciones, mis extremidades se agotan por el trote al que son sometidas, pues no estaban preparadas para esta forma de locomoción, mi espalda objeto de múltiples latigazos esta lacerada y el ardor de la piel cortada por los látigos es incontenible, las puntapiés en mis brazos y antebrazos acusan moretones y dolencias musculares, sin decir de los punta pies a mi rostro y el pisotón que me dio en la mejía limpiamente con la punta del tacón al inicio del suplicio... mi cansancio es sofocante, mi respiración limitada y finalmente la falta de alimento y agua estaban ya por producirme un shock...

Por fin llegamos a una sala elevada, luego de un recorrido lleno de tropiezos y sus sádicos juegos...  una sala mediana con una vista bastante cómoda, yo aún sostengo los zapatos en mi boca de manera precaria... mi alimentadora encuentra una silla y se sienta cómodamente, mientras la mujer de blanco me conduce unos pasos por la habitación, yo agotado veo hacia abajo más concentrado en sostener la carga de mi boca que a donde me halan con la cadena... escucho una voz que no había escuchado jamás "DÉJALOS ALLI" instintivamente voltee hacia ella y al mismo tiempo recibió otra patada en el rostro, con la suela a un lado por la mujer de blanco, "QUE DEJES LOS ZAPATOS EN EL SUELO ANIMAL..." lentamente doble mis brazos pudiendo así dejar suavemente los zapatos a los pies de... (Ya para que darle vueltas) mi Ama y Señora, la dueña de la mansión, de todo, de mi...

En ese momento me reincorpore y la mujer más hermosa que jamás haya visto camino lentamente hacia mí y se paró frente a mi vistiendo un cómodo conjunto de color rojo, una falta cortísima y una blusa más bien sencilla, se agacho y la tuve más cerca que jamás en la vida recogió uno de los zapatos y se sentó cómodamente en un sillón reclinable al cual quede al frente en posición de postración prácticamente, sus preciosas piernas, libres de imperfección alguna me quedaron a la vista y sin inmutarse las levanto y recargo una pierna sobre mi espalda pero solo su zapato hizo contacto con mi piel y flexionando la otra pierna puso la suela de su zapato de tacón directamente frente a mi boca, Su voz dulce y suave como ninguna otra volvió a sonar: "ESO ES PERRO SUELAS BRILLANTES PARA TU DUEÑA... HAZ UN BUEN TRABAJO Y TE DEJARÉ SACIAR TU SED CON EL SUDOR DE MIS PIES... LUEGO IMAGINA EL USO QUE LE DARÉ A ESTOS ZAPATOS..." sosteniendo el zapato con púas que yo mismo traje con mi boca, ella se pondría, o más bien haría que yo con mi propia boca le cambiara zapatos, para con esas púas adoptar esta misma postura y desgarrar con las púas mi espalda... exigió mi acto de sumisión prácticamente sin mirarme... de la misma forma que lo hacía cuando me ignoraba en el jardín de su mansión mientras trabajaba de sol a sol para ella, pero esta vez me había convertido en algo mucho menos que un esclavo.

Y así durante un largo tiempo estuve lamiendo y lamiendo sus zapatos bajo la supervisión estricta de la dama de blanco y la sonrisa de satisfacción de mi alimentadora que del otro lado de la sala me esperaba para alimentarme luego...




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